El uruguayo, Erwin Schrott trinfa en Salzburgo
Hace una semana brilló en la apertura del festival de ópera de Salzburgo, uno de los dos más importantes del mundo, donde actúa hasta fin de mes. Veinte años atrás, Schrott estudiaba en Montevideo mientras ayudaba a su padre lavando autos.
A la ciudad natal de Wolfgang Amadeus Mozart, el cantante volvió para interpretar a Leporello, el cómplice de Don Juan, a cargo del barítono británico Christopher Maltman. Pero esta vez no se trataba de una puesta convencional de Don Giovanni, porque el director Claus Guth decidió traer el drama del amante de afectos frágiles hasta nuestros días e instalarlo en un medio donde el alcohol, la droga, el sexo y la sangre son parámetros de vida. El champagne y el chocolate que imaginó Mozart fueron cambiados por cerveza y tabaco, mientras en el escenario. salvo una parada de ómnibus, no se ve otra cosa que un bosque oscuro. Allí Don Juan termina recibiendo un tiro en el vientre de parte del padre de Doña Ana y con el estímulo de las drogas se dispone a gozar de sus horas finales.
Inevitablemente, la osadía del planteo terminó despertando reacciones encontradas en los espectadores que habían pagado 350 euros por su entrada. Tras la función inicial se sintieron algunos abucheos para el reggisseur, que terminaron abruptamente para aplaudir a Maltman y al director de la Filarmónica de Viena Bertrand de Billy y sobre todo, para ovacionar a Schrott.
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