Iniciamos la sección de "Uruguayos por el mundo" con una serie de mensajes que recibimos de la Prof. Blanca Castro en su estadía en Qatar. Son sus impresiones. La transcribimos tal y cómo nos las envió.
"Aquí Qatar:
Estamos en el mundo de "El Árabe", nunca pensé que iba a estar entrando en esa novela, claro, sin el personaje principal y sin la carpa. La primera impresión es de una ciudad que están construyendo al último alarido de la arquitectura moderna, mezclando rectas y curvas en edificios de cientos de metros de altura, vidrio y cemento, quedando todos con aspecto de levedad.
Miras para abajo y entras en un baile de carnaval temático: Arabia. Todos con distintos "disfraces", las mujeres árabes de negro (las qataríes y sauditas), tapadas hasta los ojos, veladas como novias virginales pero, de negro. Asi caminan, comen y manejan!! ...los Mercedes Benz, claro... no el corsita nuestro! jajaja Las demás árabes combinan algunos colores pero siempre, al menos con la cabeza tapada. Las hindúes andan de todos colores, anaranjados, amarillos todos colores fuertes. "Tom sur tom" Los hombres qataríes, en su mayoría, de blanco. Con túnicas impolutas! con bosillo a la izquierda, en el pecho, donde asoma el capuchón de lapicera de las cuales tendrian envidia las Mont Blanc. Brillantes, rubíes, etc.... promedio de cada lapicerita: 2000 euros... el que no tiene lapicerita no es gente, haciendo juego con los gemelos de similar valor. En la muñeca, un rolex o similar, si faltan los brillantes no es reloj. Además, todo el tiempo enchufados a su celular de última generación: a pie en el shopping o arriba de un Mercedes. Entreverados andamos nosotros, con vaquerito y Pablo como siempre de chinelita, bermuda y remerita. Los shopping son espectaculares como cualquier ciudad del primer mundo.
La rambla: tienen una como la de Montevideo, pero con la diferencia que el agua es TURQUESA INCREIBLE!
La comida: encontras de todo. Nosotros investigamos en todos los tipos de rellenos de pan árabe. Con condimentos que no entro a averiguar pero que le dan un gusto como para no parar de comer (y lo digo yo Blanquita) Los postres aun no investigué mayormente, el estómago no me alcanzó. Salvo ayer que fuimos a festejar el cumpleanos de Pablo con todos los uruguayos y los mexicanos.
Entramos en un castillo de "El Árabe", con arcos de medio punto, en color naranja y lacre. El salón estaba subdividido en espacios cuadrados donde en un lado había un sofá en semicírculo tapizado de brocato bordó y oro, con arabezcos. Detrás, en la pared, un cuadro pintado en azulejos.
La separación de los espacios cuadrados se hace con biombos cuadrados decorados, eso te da cierta intimidad para conversar tranquilos alrededor de mesas redondas.
El mozo: ofrece el menú, en un lenguaje ininteligible, inclusive, para los que están acá desde hace tiempo, mezcla inglés con hindú. Amable como aparecen en las películas, con reverencia a cada rato.
Los sabiondos del grupo ordenaron una fuente con reparticiones de distintos condimentos cremosos y que venian acompañados de bandejas llenas de pan pita calentito con sésamo y amapola, enormes y fáciles de abrir. Bueno, ahi entramos a "poner" todo. Su: tu condimento de garbanzo es igualito, lo unico que aqui lo hacen sin perejil por eso no es verde. Se llama Humus. Hay otro que se llama Mutaba y es riquísimo, otras varientes con Paprika y en el medio la ensalada Tabule. Ahi aparece el perejil que lo usan en casi todo, mezclado con tomatito picado en cubitos chiquitos con unos granos de algo que no se que es pero muy rico.
El plato principal vino también en una fuente enorme redonda para compartir y constaba de brochetes sin palitos (hechas en un especie de palo de espeto) y sin el espeto y sin el mozo. Las hileras eran de pescado, de pollo, de cordero, de carne picada que no te das cuenta bien condimentado, podías elegir con picante o no (espaici, jajaja) pero muy gustosa, cualquiera de ellas. En otra fuente el arroz indio de grano fino y largo y muuuuy sueltito con mucho azafrán, exquisito. Y ahi le" entramos a dar".
El postre: elegi uno que no me acuerdo el nombre, típico de acá, se hace con pan, leche, coco, huevos, canela y viene caliente en una cazuelita. Delicioso. La bebida: el vino brilló por su ausencia. La cerveza idem. Los árabes no tienen alcohol ni en la farmacia. Cómo extrañé mi Tannat uruguayo!, seria la frutilla de la torta. Pero la imaginacion es muy poderosa, como dijo el mozo, tenemos vino blanco (y puso una botella de agua mineral). A la salida fuimos a caminar por "Al Corniche" (la rambla) a la luz de una luna llena y una brisita fresca que nos acompanó. Inaki corriendo adelante y casi sin parar de hablar.
Bueno, sigo contando mucho más después, corto por acá porque nos vamos a ver Gimnasia Rítmica a los juegos Olímpicos Asiáticos.
Lo de los estadios y la infraestructura, les cuento luego, porque merece otro e mail.
Mañana conectan Internet al departamento de Pablo y ahi estaremos 24hs conectados. (depende del savoir faire qatarí) Besos a todos!!
Blanquita"
"Aquí Qatar:
Estamos en el mundo de "El Árabe", nunca pensé que iba a estar entrando en esa novela, claro, sin el personaje principal y sin la carpa. La primera impresión es de una ciudad que están construyendo al último alarido de la arquitectura moderna, mezclando rectas y curvas en edificios de cientos de metros de altura, vidrio y cemento, quedando todos con aspecto de levedad.
Miras para abajo y entras en un baile de carnaval temático: Arabia. Todos con distintos "disfraces", las mujeres árabes de negro (las qataríes y sauditas), tapadas hasta los ojos, veladas como novias virginales pero, de negro. Asi caminan, comen y manejan!! ...los Mercedes Benz, claro... no el corsita nuestro! jajaja Las demás árabes combinan algunos colores pero siempre, al menos con la cabeza tapada. Las hindúes andan de todos colores, anaranjados, amarillos todos colores fuertes. "Tom sur tom" Los hombres qataríes, en su mayoría, de blanco. Con túnicas impolutas! con bosillo a la izquierda, en el pecho, donde asoma el capuchón de lapicera de las cuales tendrian envidia las Mont Blanc. Brillantes, rubíes, etc.... promedio de cada lapicerita: 2000 euros... el que no tiene lapicerita no es gente, haciendo juego con los gemelos de similar valor. En la muñeca, un rolex o similar, si faltan los brillantes no es reloj. Además, todo el tiempo enchufados a su celular de última generación: a pie en el shopping o arriba de un Mercedes. Entreverados andamos nosotros, con vaquerito y Pablo como siempre de chinelita, bermuda y remerita. Los shopping son espectaculares como cualquier ciudad del primer mundo.
La rambla: tienen una como la de Montevideo, pero con la diferencia que el agua es TURQUESA INCREIBLE!
La comida: encontras de todo. Nosotros investigamos en todos los tipos de rellenos de pan árabe. Con condimentos que no entro a averiguar pero que le dan un gusto como para no parar de comer (y lo digo yo Blanquita) Los postres aun no investigué mayormente, el estómago no me alcanzó. Salvo ayer que fuimos a festejar el cumpleanos de Pablo con todos los uruguayos y los mexicanos.
Entramos en un castillo de "El Árabe", con arcos de medio punto, en color naranja y lacre. El salón estaba subdividido en espacios cuadrados donde en un lado había un sofá en semicírculo tapizado de brocato bordó y oro, con arabezcos. Detrás, en la pared, un cuadro pintado en azulejos.
La separación de los espacios cuadrados se hace con biombos cuadrados decorados, eso te da cierta intimidad para conversar tranquilos alrededor de mesas redondas.
El mozo: ofrece el menú, en un lenguaje ininteligible, inclusive, para los que están acá desde hace tiempo, mezcla inglés con hindú. Amable como aparecen en las películas, con reverencia a cada rato.
Los sabiondos del grupo ordenaron una fuente con reparticiones de distintos condimentos cremosos y que venian acompañados de bandejas llenas de pan pita calentito con sésamo y amapola, enormes y fáciles de abrir. Bueno, ahi entramos a "poner" todo. Su: tu condimento de garbanzo es igualito, lo unico que aqui lo hacen sin perejil por eso no es verde. Se llama Humus. Hay otro que se llama Mutaba y es riquísimo, otras varientes con Paprika y en el medio la ensalada Tabule. Ahi aparece el perejil que lo usan en casi todo, mezclado con tomatito picado en cubitos chiquitos con unos granos de algo que no se que es pero muy rico.
El plato principal vino también en una fuente enorme redonda para compartir y constaba de brochetes sin palitos (hechas en un especie de palo de espeto) y sin el espeto y sin el mozo. Las hileras eran de pescado, de pollo, de cordero, de carne picada que no te das cuenta bien condimentado, podías elegir con picante o no (espaici, jajaja) pero muy gustosa, cualquiera de ellas. En otra fuente el arroz indio de grano fino y largo y muuuuy sueltito con mucho azafrán, exquisito. Y ahi le" entramos a dar".
El postre: elegi uno que no me acuerdo el nombre, típico de acá, se hace con pan, leche, coco, huevos, canela y viene caliente en una cazuelita. Delicioso. La bebida: el vino brilló por su ausencia. La cerveza idem. Los árabes no tienen alcohol ni en la farmacia. Cómo extrañé mi Tannat uruguayo!, seria la frutilla de la torta. Pero la imaginacion es muy poderosa, como dijo el mozo, tenemos vino blanco (y puso una botella de agua mineral). A la salida fuimos a caminar por "Al Corniche" (la rambla) a la luz de una luna llena y una brisita fresca que nos acompanó. Inaki corriendo adelante y casi sin parar de hablar.
Bueno, sigo contando mucho más después, corto por acá porque nos vamos a ver Gimnasia Rítmica a los juegos Olímpicos Asiáticos.
Lo de los estadios y la infraestructura, les cuento luego, porque merece otro e mail.
Mañana conectan Internet al departamento de Pablo y ahi estaremos 24hs conectados. (depende del savoir faire qatarí) Besos a todos!!
Blanquita"
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