El territorio de Uruguay prehispánico fue escenario del tránsito de muchas etnias indígenas. Su ubicación abierta tanto a la pampa argentina como al Brasil subtropical y tropical facilitaba el desplazamiento. Por eso, convergen macroetnias pámpidas y tupi-guaraníes. Los charrúas son prototipo de la macroetnia pámpida. Otras etnias y tribus son tupí-guaraníes y kaingang, provenían del norte, de lo que hoy es territorio brasileño. Sus rasgos físicos y su cultura son bien diferentes de los pámpidas. Tienen menor estatura, cara redonda y achatada, miembros cortos y gruesos. El tronco lingüístico es distinto y los idiomas, más ricos en vocales respecto a los charrúas y otros pámpidas cuyas lenguas eran más guturales.
Los antropólogos e historiadores tienen dificultades en el estudios de varias etnias. Se supone que arachanes, bohanes, guenoas, yaros y otros grupos serían amazónidas, quizá de la misma macroetnia tupí-guaraní o kaingang.
Las dificultades se inician con los nombres: cada etnia tenía, por lo menos, dos nombres: el que ella misma se daba y el que le daban los otros grupos. Estos nombres eran adjetivos o valoraciones que hacían de sí mismos y que hacían, de ellos, sus vecinos. A todo esto, hay que sumarle la confusión que se hacían los europeos con los nombres y la diferenciación de los grupos. No olvidemos que conquistadores y colonizadores carecían de un nivel de conocimientos suficientes para hacer observaciones antropológicas. Bastante hicieron con dejarnos buenas descripciones físicas y algunas observaciones de costumbres. Los sacerdotes misioneros dejaron un legado importante respecto al estudio de las lenguas. Pudieron distinguir las diferencias estructurales y relacionar o separar unos troncos lingüísticos de otros.
Otra dificultad es la escasa cantidad de restos materiales que dejaron algunos grupos porque eran muy pocos o su pasaje por este territorio fue breve, ya sea por la hostilidad de los charrúas o de los europeos.
Quizá, la mayor dificultad radique en la multitud de lenguas y troncos lingüísticos observados entre los grupos que transitaban por el territorio del Uruguay prehispano. Este fenómeno se observa en toda América. Los investigadores no han podido explicar la causa de tal variedad de lenguas. Una hipótesis que se puede manejar es el arribo a América de pueblos del Pacífico, se detectan vocablos similares en varias regiones. Por otra parte, se tiene conocimiento de algunos arribos concretos como el que se hizo a la altura de Ecuador unos quinientos años antes de la llegada de los europeos. Otra hipótesis complementaria de la anterior está vinculada con la sintaxis y la gramática de las lenguas americanas que harían a sus idiomas muy dinámicos, flexibles y sin sujeción a reglas precisas. Una pauta del dinamismo idiomático la da el hecho de los intercambios de palabras y gramática entre etnias cercanas. Este intercambio llegaba a extenderse a regiones lejanas por los desplazamientos de los pueblos y por el intercambio lingüístico constante y continuo.
La lengua ge es un desafío. Sus hablantes estaban muy próximos a los guaraníes y los pámpidas. No obstante, es bien diferente: muy rica en vocales orales (diez) y nasales (siete). El ge sería propio de la macroetnia kaingang, los guenoas la habrían usado. El ge se extendió por grupos de Uruguay ; ¿guenoas? y de Provincias argentinas del litoral y norte; formaba como un cinturón alrededor de la lengua guaraní.
Los yaros son un caso singular. Los cronistas los describen como muy parecidos al europeo por su tez muy clara y, posiblemente, pelo algo enrulado. Se los describe como canoeros pescadores. Algunos estudiosos creen que se unieron a los charrúas en la lucha contra el blanco. ¿Pudo haber mestizaje étnico?. Otros sostienen que se internaron en territorio brasileño, seguramente, también se mezclaron con otras etnias. Poco sabemos de los yaros al igual que de bohanes, guenoas y arachanes. Estos últimos tenían su habitat en territorio brasileño fronterizo con el actual territorio de Uruguay, por eso, se los ubica al este y noreste, próximos a la Laguna Merín.
Los guaraníes nos han dejado muchos datos. Era una etnia de agricultores de selva. Su habitat era el bosque tropical y subtropical. Vivían en aldeas, eran ceramistas y tejedores. Los que se instalaron en territorio uruguayo lo hicieron en la ribera e islas del río Uruguay.
Su lengua rica hizo que los charrúas llegaran a adoptar algunos vocablos. Otro intercambio fue el trueque de objetos de cerámica que los charrúas conservaban quizá por "novelería" porque era escaso el uso dada su alimentación carnívora y la recolección de frutos para consumir en el momento.
La etnia guaraní será motivo de otro capítulo ya que su nivel cultural es muy rico y los materiales de estudio, también. Baste decir que la lengua guaraní es lengua viva en Paraguay y Provincias argentinas como Corrientes.
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