Catedral de San Fructuoso, (Tacuarembó)Joya de la arquitectura uruguaya.
Un grupo de vecinos se viene reuniendo semanalmente con el objetivo de lograr la restauración del templo de San Fructuoso, una clásica postal de Tacuarembó.
A iniciativa del padre Edgar Arambillete, todos los viernes se coordinan acciones buscando financiamiento para salvar este majestuoso edificio. Se está en el tiempo justo, señalan laicos y católicos, luego de realizado un estudio por parte del instituto arquitectónico Collect Nery con vasta trayectoria en la reparación de iglesias, catedrales y edificios públicos en todo el Uruguay y también fuera de fronteras.
Se puede afirmar que el mayor problema pasa por los techos, que tienen una durabilidad de 100 años y en los cuales se debe realizar un control de la humedad y mejoramiento de la acústica para la celebración de las eucaristías.
Cuando dialogamos con profesionales entendidos en construcciones y mucho más en estos monumentos históricos, llegamos a la conclusión que esta clásica postal de nuestra ciudad es una joyita de la arquitectura, con su delicada fachada en piedra y sus detalles artísticos, comparable con templos europeos, sobre todo los que están dentro del estilo románico-alemán.
En su visita de hace unos días, el Arq. Francisco Collect, que llevó adelante el diagnóstico, la comparó justamente con iglesias europeas, mostrándose sorprendido porque “la Catedral de Tacuarembó es un edificio excepcional, tiene una coherencia estilística neo románica del siglo XI y XII, expresando que “a veces tenemos en familia cosas de un enorme valor y no nos damos cuenta”, enfatizó el profesional.
“Se comienza por lo envolvente”, nos comentó Collect, “eliminando las causas del deterioro que viene de las lluvias y las humedades, este estudio abarca diversas posibilidades, desde la sustitución con solvencia de cubiertas, de los canalones, por chapas o cubiertas más del estilo, con techos de cobre como los del Teatro Solís, con una tecnología que se usa en Alemania, que se implementará próximamente en el Palacio Legislativo, pero que duran 100 años, siendo una obra única en el Uruguay.
“Ustedes se preguntarán cuánto sale este arreglo y si es muy costoso para un medio como Tacuarembó”, preguntó el arquitecto, diciendo a continuación: “a veces lo barato se rompe, la ventaja con esto es que una vez que se gasta no se volverá nunca más a comprar, la fachada con el techo de cobre le daría la impronta a una nueva generación de Tacuarembo.”
A iniciativa del padre Edgar Arambillete, todos los viernes se coordinan acciones buscando financiamiento para salvar este majestuoso edificio. Se está en el tiempo justo, señalan laicos y católicos, luego de realizado un estudio por parte del instituto arquitectónico Collect Nery con vasta trayectoria en la reparación de iglesias, catedrales y edificios públicos en todo el Uruguay y también fuera de fronteras.
Se puede afirmar que el mayor problema pasa por los techos, que tienen una durabilidad de 100 años y en los cuales se debe realizar un control de la humedad y mejoramiento de la acústica para la celebración de las eucaristías.
Cuando dialogamos con profesionales entendidos en construcciones y mucho más en estos monumentos históricos, llegamos a la conclusión que esta clásica postal de nuestra ciudad es una joyita de la arquitectura, con su delicada fachada en piedra y sus detalles artísticos, comparable con templos europeos, sobre todo los que están dentro del estilo románico-alemán.
En su visita de hace unos días, el Arq. Francisco Collect, que llevó adelante el diagnóstico, la comparó justamente con iglesias europeas, mostrándose sorprendido porque “la Catedral de Tacuarembó es un edificio excepcional, tiene una coherencia estilística neo románica del siglo XI y XII, expresando que “a veces tenemos en familia cosas de un enorme valor y no nos damos cuenta”, enfatizó el profesional.
“Se comienza por lo envolvente”, nos comentó Collect, “eliminando las causas del deterioro que viene de las lluvias y las humedades, este estudio abarca diversas posibilidades, desde la sustitución con solvencia de cubiertas, de los canalones, por chapas o cubiertas más del estilo, con techos de cobre como los del Teatro Solís, con una tecnología que se usa en Alemania, que se implementará próximamente en el Palacio Legislativo, pero que duran 100 años, siendo una obra única en el Uruguay.
“Ustedes se preguntarán cuánto sale este arreglo y si es muy costoso para un medio como Tacuarembó”, preguntó el arquitecto, diciendo a continuación: “a veces lo barato se rompe, la ventaja con esto es que una vez que se gasta no se volverá nunca más a comprar, la fachada con el techo de cobre le daría la impronta a una nueva generación de Tacuarembo.”
Tomado de "El Avisador on line.com" Tacuarembó, Uruguay
1 comentario:
http://catedralsanfructuoso.blogspot.com/
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